Maison 1927 en Flandes Occidental es una casa en ruinas, perfecta para la caza de fantasmas. La entrada revela una gran habitación, posiblemente una antigua capilla. Se observa un deterioro significativo: secciones del suelo derrumbadas, abundantes escombros (yeso, madera, cascotes), pintura descascarillada, ladrillos expuestos y tuberías metálicas oxidadas. Las características incluyen ventanas arqueadas (algunas rotas), restos de bancos, un objeto metálico que cuelga precariamente, y una zona de altar dañada con una plataforma elevada. Los peligros incluyen suelos inestables y oscuridad. Hay crecimiento vegetal. El edificio presenta importantes daños por agua.