La Ferme du Sergeant es una gran casa en ruinas. Al entrar, se descubre una vasta habitación, posiblemente una antigua capilla o auditorio. La escena está dominada por un gran órgano dañado y escombros esparcidos, incluyendo muebles rotos, madera y yeso. Son evidentes los daños por agua, la pintura descascarillada y un techo parcialmente colapsado. Quedan vidrieras, algunas intactas, otras rotas. El suelo es irregular, con peligros potenciales por los escombros y la inestabilidad. La luz entra a través de las partes dañadas, resaltando las partículas de polvo en el aire. Este lugar destacado muestra una significativa degradación.